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Hernia Discal – Mala compañera

El pinzamiento de Getafe, que ya queda bien lejos, fue algo más que un momento doloroso del gluteo, el piramidal y la zona lumbar. Que yo achaqué en principio a la sobre carga de kilómetros, y que me dejó unos días algo k.o. técnico, pero volví, completé mi entrenamiento para la Maratón.

Y llegó la última tirada larga, 24 km. creo recordar, que realicé con cierta alegría y sin dolores, pero fue la última, el lunes siguiente (29 de enero) mi espalda hizo «catacroker», y se jodió algo más que mi primer maratón, se acabó el correr por una larga temporada.

Tengo una hernia de disco L4-L5 que me acompaña desde hace algo más de 9 años, que fue operada en su día, pero que siempre andaba por ahí como una mosca cojonera, sin dolor, con molestias habituales. Pero en los últimos años se había aletargado, y yo me vi corriendo tan alegre y tan bien (algo no recomendable como ejercicio para esta lesión en general, pero las generalizaciones son solo eso, se puede correr, pero hay que hacerlo con cabeza, algo que yo perdí al forzar mas de la cuenta, en kilómetros y ritmos).

Mi compañero y amigo de entrenos Josiko, se curró un post en su blog hace unos meses muy buenos (a raíz de mi recaída a los infiernos), que os dará unas pautas generales muy buenas:

http://micarrerahaciaelrunning.wordpress.com/2012/03/21/hernia-discal-o-de-disco-video-con-ejercicios/
Si estáis leyendo esto probablemente sea porque sufrís el asunto. Yo, desde mi experiencia, solo os puedo decir: visitad a un especialista, seguid el protocolo: intentando que os vea cuanto antes un traumatólogo experto en la zona. Cada hernia es un mundo, en localización vertebral y posición lateral, e implica a diferentes raíces nerviosas, que puede hacer que el dolor se quede fijo en una zona, se extienda hacia las piernas, fluctúe por días / semanas / etc… sí, es muy desagradable e incapacitante, pero termina aflojando, bien sea con reposo / estiramientos / calor / fisioterapia / osteopatía / etc. Eso sí, la palabra es PACIENCIA, porque suele tardar.

Mi calvario pasó por todas las fases, desde el dolor agudo que me tuvo completamente inmóvil  (días de cama, inyecciones de corticoides, etc), las molestias agudas con pinchazos en glúteos, caderas, lumbares, etc, hasta que poco a poco se ha estabilizado (que no ido), y que en Julio de hecho era tan débil que me lancé de nuevo un par de días al trote cochinero por el parque (sin consecuencias negativas). Pero en vacaciones forcé la máquina (excursiones largas a pie), que me han provocado otra pequeña recaída. La esperanza no la pierdo, fortalecer lumbares, abdominales, estiramientos diarios, mucha fuerza de voluntad, pero volveré a correr (que no a competir, las carreras populares si llegan, serán pocas y sin ánimo de mejorar tiempos, ni nada por el estilo).

Si sufrís este calvario… mucho ánimo!!!

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